El bicarbonato de sodio tiene un nivel de pH de aproximadamente 8.4, lo que lo hace ligeramente alcalino. Esta propiedad es crucial para su eficacia en diversas aplicaciones. En la repostería, su naturaleza alcalina ayuda a neutralizar la acidez, permitiendo una mejor levadura y textura. En aplicaciones de limpieza, el nivel de pH ayuda a descomponer manchas y olores difíciles, lo que lo convierte en un ingrediente esencial en productos de limpieza ecológicos. Comprender el nivel de pH del bicarbonato de sodio es vital para optimizar su uso en diferentes escenarios, asegurando la máxima eficiencia y efectividad.