El fosfato trisódico cumple múltiples propósitos en diversas industrias. En productos de limpieza, actúa como un detergente potente y removedor de manchas, descomponiendo eficazmente la grasa y la suciedad. En la industria alimentaria, se utiliza como emulsificante y estabilizador de pH, asegurando la calidad y seguridad de los alimentos procesados. Además, el fosfato trisódico juega un papel crucial en el tratamiento del agua, ayudando a controlar los niveles de pH y prevenir la corrosión en las tuberías. Su versatilidad y efectividad lo convierten en un componente esencial para los fabricantes que buscan mejorar sus formulaciones de productos.